Antes de que nos volvamos a abrazar.

Nuestro lado vulnerable necesita compasión. Normalmente percibimos la vulnerabilidad como «debilidad», pero son estas barreras mentales las que nos impiden tratarnos con empatía y amor. No tengas miedo de abrazar tu lado vulnerable o sensible pues son estos espacios los que nos ayudan a crecer, a sanar, a transformarnos en nuestra mejor versión día a día. Recuerda que si duele, es por que estás sanando.