Que paradojas nos ha dado la vida en estos últimos tiempos… el dinero deja de ser lo primordial, el trabajo se vuelve peligroso, la ropa, joyas y lujos se quedan en casa con nosotros, no hay donde lucir este outfit perfectamente planeado y combinado… las horas se vuelven minutos y los minutos, horas. Y a todo esto, dentro de todo este caos e incertidumbre ¿dónde queda uno? ¿qué lugar ocupa nuestra esencia y valor personal? Ese vacío que se siente al ver que en solo unas semanas todo ha dado un giro de 180° es inevitable. Sentir melancolía al recordar los buenos momentos esta bien, sentir ansiedad por la incertidumbre, también… A nadie le gusta sentirse así, esta claro, sin embargo si algo he aprendido en este proceso de introspección (que ese es tema de otro blog) a lo largo de los últimos 2 años en los que he llevado un proceso de psicoterapia individual, y sobre todo de la convivencia conmigo misma por mas de 26 años es lo siguiente: – está bien no siempre estar bien- y tal vez en este momento pienses «¿de qué hablas Friné?» «¿cómo dices que vas a hablarme de amor propio y decirme eso?» «¡No suena nada congruente! » Por favor dame 2 minutos más y te comparto mi experiencia resumida en unos versos…
Nos han enseñado en nuestra familia, sociedad, cultura , a través de los medios, redes sociales, novelas, cuentos infantiles y tantos bombardeos mentales (sin siquiera darnos cuenta) que debemos de estar «bien» SIEMPRE, y pongo siempre con mayúsculas por que es siempre, siempre. Que a cada momento debes de sonreír, que debes o deberías de mostrar buena cara en los eventos que asistes, pues «¡que van a decir de ti, mijita!»; que no importa si fue un mal día, o no estas pudiendo lidiar como se «debería» con una situación, solo levántate y sigue adelante… y por supuesto dando la mejor cara. Claro que es valido animar a las personas que amamos, es valido, e incluso cuando no fuera así, que no recibiéramos de nadie una palabra de aliento, toca darte a ti mismo la charla motivacional; pero por favor hagamos un alto y recordemos que no todo se trata de LA motivación, LA fuerza, LAS ganas… por que ¿quién no va a querer «echarle ganas»? sin embargo en ocasiones hay que lamernos un ratito nuestras heridas… para que puedan cicatrizar . Es ahí donde inicia el proceso de sanación, donde inicia el proceso de reconciliación con uno mismo, es ahí, en donde te estas aceptando con todo y la vulnerabilidad que sientes y entonces empiezas a forjar un AMOR PROPIO consciente.
Sin aceptación no hay reconciliación, sin reconciliación no hay amor propio. En el amor propio, nuestro valor va atado a nuestras circunstancias. El amor propio es un estado de conciencia del ser, donde se tienen sentimientos y pensamientos liberadores gracias a los cuales nos sentimos capaces de cuidarnos, de responzabilizarnos de nosotros y de ser dignos y merecedores de amor, respeto y felicidad. y Aceptemos entonces nuestro sentir…tal vez débil, tal vez desganado, tal vez distraído, no haciendo caso a nuestros sentimientos ni pensamientos por que es mas facil no tener que afrontarlos, pero cuando decides hacerlo, con amor, con paciencia y siendo amable contigo, toda situación se puede ver favorablemente resuelta con las acciones que decidas llevar a cabo.
En estos tiempos donde todo es incertidumbre y pánico hagamos un repaso de como me siento y de cómo me quiero sentir. Sentirse frustrado es normal e incluso sano si es en pequeñas dosis, pues se activa el estado de alerta en nuestro interior y nos puede ayudar a reaccionar y a preparar un nuevo plan para esta contingencia. Lo complicado seria que este sentimiento negativo nos paralizara por completo o parcialmente…
Si hoy fue un día muy pesado, donde llegué a casa del trabajo ,de por si exhausto, más aparte ahora afrontando los retos que este enemigo invisible trae consigo, o si simplemente me levante como dicen por ahí con el pie izquierdo, y estoy pasándola mal y me estoy sintiendo fuera de mi, es momento de hacer un alto y primero revisar que es eso que estoy sintiendo para luego, si es que así lo deseas, deshacerte de ese(os) sentimiento (s) negativos. Si decides quedarte ahí, con esa aflicción , angustia, estrés (inserte el sentimiento negativo de su uso) , que sea por que estas consciente de el, por que estas consciente que es algo temporal, de que tu sabes manejar ese sentimiento y no vas a dejar que él te maneje a ti. Quédate en esa emocion/sentimiento durante un tiempo, establécelo, y escribelo o ponte una alarma si te sirve mas. Recuerda siempre que la emoción aparece, pasa y puede que golpee , pero siempre desaparece.. y claro que es tarea de uno hacer que no regrese o por lo menos que no se aparezca pronto.
Amate mucho y bonito, se amable contigo, haz cosas para mimarte, llora si quieres, camina, escribe, teje, baila, colorea… crea. Dicen que del dolor nace arte. Realiza eso que nadie hace mejor que tu, o aprende cosas nuevas, es un buen momento para hacer eso que «dejaste para despues» o para cuando «haya tiempo», ahora es cuando. Y si no quieres hacerlo por que simplemente no tienes las herramientas o ganas para hacerlo esta bien, no pasa nada, no tienes por que juzgarte, no tienes que ser tan duro contigo. Una sabia persona me dijo un día «uno hace lo que puede con lo que tiene» hasta hoy puedo decir que es la frase más empatica y amable que he escuchado , uno hace lo que puede, en su interior o exterior, con lo que tiene, herramientas cognitivas, emocionales, físicas, económicas… Te hago la invitacion entonces de que seamos amables con nosotros mismos. Y recuerda que el amor propio, jamás es lineal. Trabaja todos los días por y para ti. Toma una pausa breve todos los días para recordarte lo extraordinario que eres.
Con mucho amor. FrinéMb