Jueves 16 de abril. Desperté tan rígida del cuello, los hombros y la espalda alta, que no podía si quiera pararme de la cama. Mi mamá me llamo a desayunar y le dije que simplemente no podía. Me pesaban los hombros y el cuello, pero al mismo tiempo los sentía tan frágiles. Sabía que todo ese estrés acumulado me estaba cobrando la factura, y cara, estrés no nada más debido a la crisis actual por mi gran amigo el Covid-19, sino por muchos otros temas que he dejado “pendientes” conmigo misma para cuando “tuviera tiempo”, ahora tiempo es lo que hay. Ten cuidado con lo que deseas, Friné. Comencé entonces a hacer una breve meditación combinándola con una técnica de respiración budista 4,7,8 que me enseño una gran amiga, que no es más que una variante de la conocida respiración diafragmática. Comenzamos con una inhalación en 4 tiempos, sostenemos 4 tiempos y exhalamos en 4 tiempos, repetimos este mismo proceso en 7 tiempos y finalizamos en 8 tiempos. Me encanta recurrir a esta técnica ya que es muy breve y discreta (no requiere que te acuestes o adoptar posturas antinaturales) por lo que se puede realizar en cualquier lugar y, en muy poco tiempo, mejora notablemente nuestro nivel de ansiedad. Bueno, volviendo a aquel día por la mañana, me vi más apta para levantarme de la cama después de mi pequeña cesión relajante y tomé la decisión de dejar de lado por un tiempo las redes sociales con taaaaanta información, tantas malas noticias, tanta realidad y tanta mentira al mismo tiempo… por mi bien. Por qué sabia que lejos de ayudar me iba a afectar mucho más.
En un taller que tome, de técnicas de liberación emocional me hicieron uno de los mejores regalos que me han dado, <<El Gran Diccionario de Dolencias y Enfermedades>> . El diccionario más amplio sobre las causas de las dolencias y enfermedades relacionadas con los pensamientos, sentimientos y emociones. Me dispuse a leerlo para analizar que significaba eso que estaba sintiendo y simplemente me impacto leerlo, me impacto el recordar, como es que mi cuerpo es tan sabio. Claro que todo mal estar o padecimiento comienza con un pensamiento, con una emoción y se manifiesta en nuestro cuerpo, es por eso que digo que nuestro cuerpo siempre nos habla y cuando no le hacemos caso nos grita, y cuando seguimos sin hacerle caso… nos rompe.
Cito definición, pagina 176 .
CUELLO (en general) El cuello es la parte del cuerpo que soporta la
cabeza. Este nexo entre el cuerpo y la mente es también el puente que permite a
la vida manifestarse, es la expresión viva, el que autoriza el movimiento más
fundamental. Representa la flexibilidad, la adaptabilidad y la dirección
anticipada. Es multi – direccional y amplia mi visión exterior del universo. Lo
puedo ver todo alrededor mío y, gracias a la flexibilidad de mi cuello, puedo
mirar una situación bajo todos los ángulos (delante, atrás…). Mi punto de vista
se vuelve más objetivo. Un cuello en buena salud me permite tomar las mejores
decisiones. Todo lo que da la vida pasa por el cuello: el aire, el agua, los
alimentos, las circulaciones sanguínea y nerviosa. Une la cabeza con el cuerpo
y permite la libre expresión de sí, la palabra viva (voz) y el amor. El cuello
separa pues lo abstracto de lo concreto, lo material de lo espiritual. Es
importante mantener mi cuello en buena salud porque me permite ver lo que me
rodea con una mente abierta, dejando de lado cualquier forma de obstinación y
estrechez mental (cuello rígido). Ya que la garganta se sitúa en el nivel del
cuello, si tengo dificultad en tragar mis emociones, si las “reprimo”, esto
puede crear una tensión en el nivel de mi cuello en donde se halla el centro de
energía de la comunicación. Al corresponder el cuello a la concepción, también
representa mi sentimiento de pertenencia, mi derecho de estar en esta tierra,
dándome así un sentimiento de seguridad y de plenitud.CUELLO – TORTÍCOLIS (ver también: COLUMNA VERTEBRAL – PARTE SUPERIOR DE LA ESPALDA, NUCA […RÍGIDA]) El tortícolis demuestra, entre otras cosas, que vivo inseguridad. Tengo
resistencias en ver todas las facetas de situaciones que estoy viviendo. Mis
músculos del cuello se contraen, mi cuello se pone rígido y no consigo girar la
cabeza. Mi inflexibilidad me impide apreciar la ayuda que desean traerme y
que ayudaría a hacer evolucionar las cosas que me parecen difíciles. Prefiero
mantener la cabeza derecha y asociar mi mal a un “enfriamiento”. Tengo interés
en tomar consciencia de que esta frialdad más bien afectó mi corazón,
provocando así un bloqueo de energía. Puedo también intentar huir de una
situación incómoda que me pide afirmarme y tomar posición. También es
importante que me pare para constatar en cuál dirección rechazo mirar o cuál es
la cosa que me obstino en mirar, decir o hacer y que me “beneficia”… Si
aceptase abrirme a un nuevo modo de ver las cosas o a nuevas ideas, mi vida
sería quizás muy mejorada y mi tortícolis desaparecería. ¿Quizás haya una
persona, una cosa o una situación que quisiera y que, al mismo tiempo, no
quisiera mirar a causa de mi timidez, mi vergüenza o mi sentido moral que es
muy fuerte? Si la rigidez impide que mi cabeza gire de izquierda a derecha,
puedo preguntarme si sé a quién o a qué me niego a decir “no”. Si al contrario,
tengo dificultad para decir sí con mi cabeza, es quizás porque rechazo de entrada
nuevas ideas. Mi cuerpo me dice de aceptar ↓♥ ver y apreciar el instante presente y reconocer todas las nuevas cosas que forman parte de mi vida.“ << JACQUES MARTEL, S/F, EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES, EDITIONS QUINTESSENCE.>>
Nuestro cuerpo es tan perfecto y tan bello y además es el testigo más fiel que tenemos de nuestra propia existencia, el que menos altera tus experiencias. Tu cuerpo lleva la ventaja de tener más cosas vividas que tu mente, tiene más información que tu mente consciente por que lleva más tiempo siendo testigo de lo que has vivido y como lo has experimentado, desde que éramos bebés, desde que estábamos en el útero, antes que pudiéramos expresarnos o saber qué era eso que sentíamos o como se llama eso, aun antes de poder adquirir el habla.
Por otro lado, la mente siempre tiene la capacidad de convencerse a si misma de que en realidad algo que paso, simplemente no paso, o no de la manera en la que lo recordamos, y es tan poderosa que también nos convence a veces de que algo va a pasar ( y a menudo, no precisamente cosas muy lindas). Nuestro cuerpo es menos vulnerable a poder ser engañado, por que el cuerpo no nos va a entender con palabras; entiende sensaciones, vivencias, experiencias… la mente puede engañarse a sí misma, el cuerpo no. Y con esto no quiero dar a entender que desterremos la mente, que no le hagamos caso o nos ocupemos de ella , ni que sea mala del cuento, pero es que le encanta hablar, hablar y hablar y enredarnos en algunas ocasiones (o muy a menudo) y porque simplemente no tiene la llave maestra para todo. Somos más complejos de lo que creemos. Recordemos que no solo debemos ocuparnos del yo consiente y de la parte inconsciente, también del cuerpo. Invitemos a nuestro cuerpo al juego.
Y sé que todo esto suena muy bonito y padrísimo, pero no es tan fácil y mucho menos si nos da miedo, precisamente eso… SENTIR. Dejar que nuestro cuerpo plenamente se exprese, que nos hable, que se despierte y que en ese despertar nos quiebre. Porque no queremos sufrir, queremos sanar pero no sufrir, queremos curarnos pero sin tocar la o las heridas y es que se tiene que curar, vendar, hacer puntadas y luego limpiarlas… así es el proceso. No debemos de tener miedo a rompernos, porque solo así lograremos estar enteros. Tal como en la filosofía japonesa del Kintsugi: el arte japonés que repara lo dañado enalteciendo las imperfecciones. Si se rompe un plato, una fuente o un jarro de cerámica, los japoneses, en lugar de botarlo a la basura; lo unen con esta técnica ancestral y además pintan de oro las grietas para destacar las imperfecciones y lo que se logra es tan lindo como la filosofía que está detrás.
Llegar a la raíz de muchas de nuestras ansiedades, pensamientos obsesivos o depresiones, no puede encontrarse hasta que el cuerpo puede ver una forma de deshacerse esos recuerdos o información que se guardó, y muy frecuentemente ni siquiera somos conscientes de ello. Esto es algo que solo tú puedes significar o darle tu propia interpretación, de la mano con tu consciencia corporal y mental.
Quiero terminar dejándote un gran regalo, que es este maravilloso diccionario del cual te platique en un link aquí abajito y también un breve listado de técnicas o terapias alternativas de liberación, corporales y emocionales para que podamos tener más herramientas en esta gran lucha diaria que se llama introspección y que claro el objetivo siempre es FLORECER A DIARIO.
· Acupuntura
· Aromaterapia
· Sesiones quiroprácticas o masajes.
· Tapping
· Danzaterapia
· Homeopatía (les recomiendo mucho las flores de
Bach como relajante.)
· Fitoterapia
· Y lo que sea que a tu sepas que te hace bien ♥
Con mucho amor Friné Mb.
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excelente contenido y que gran reflexión. gracias
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Muchas gracias por tus comentarios y por leerme Carmen.
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Me imagino que no es fácil compartir tu sentir, y sí. Tu cuerpo habla lo que tu callas.
Excelente reflexión.
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Gracias por leerme y tu comentario ❤ Así es, y al contrario de lo que pensé, el compartirlo me ha ayudado a soltar. Si es difícil pero creo que vale la pena todo sea por encontrar esos momentitos/estrategias para continuar.
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